No pude resistir la curiosidad: - ¿Qué haces? - le pregunté.
- Pues aquí currando, llevando estos putos ladrillos, ¿no ve? - me contestó airadamente.
Poco después, en otra calle, me encontré con una mujer también cargada de ladrillos. - ¿Qué haces? - le pregunté. - Transportar estos ladrillos de adobe porque estamos levantando un muro - me contestó.
Poco después me cruce con un joven que lleva otra carga de ladrillos. - ¿Qué haces? - pregunté otra vez. Y me contestó:
- Llevo estos ladrillos porque estamos construyendo entre todos los vecinos una escuela para los niños y niñas del pueblo, para que tengan un lugar para formarse y aprender.
Adaptado por Gabriel Saiz
Este cuento se lo dedico a Elena y sus ladrillos de adobe, jejejej ;-)
ResponderEliminarAunque también la sugiero que lea uno de mis cuentos favoritos y que suelo dedicar en los cumpleaños:
http://bauldecuentosdelaguila.blogspot.com.es/2012/11/el-buscador.html
¡¡¡Muchas Felicidades!!!