20 nov 2013

¿Cuánto vale tu tiempo?

La noche había caído ya; sin embargo, un pequeño hacía grandes esfuerzos por no quedarse dormido. El motivo bien valía la pena; estaba esperando a su papá.

Los traviesos ojos iban cayendo pesadamente cuando se abrió la puerta. El niño se incorporó como impulsado por un resorte y soltó la pregunta que lo tenía tan inquieto:

— Papá ¿cuánto ganas por hora?... — dijo con ojos muy abiertos.

Su padre entre molesto y cansado, fue tan tajante en su respuesta:

— Mira hijo, eso ni siquiera tu madre lo sabe, no me molestes y vete a dormir que ya es tarde.

— Si papa, pero por favor solo dime, ¿cuánto te pagan por una hora de trabajo? reiteró suplicante el niño.


Contrariado, el padre apenas abrió la boca para decir:

— Diez euros.

— Oye papá, ¿Me podrías prestar dos euros? — preguntó el pequeño.

El padre se enfureció y tomó al pequeño del brazo y en tono brusco le dijo:

— Así que por eso quieres saber cuanto gano ¿no?, vete a dormir y no sigas fastidiando chico aprovechado...

El niño se alejó tímidamente, al meditar lo sucedido el padre comenzó a sentirse culpable. 

— Tal vez necesita algo — pensó, y queriendo descargar su conciencia se asomó al cuarto de su hijo. Con voz suave le preguntó: — ¿Duermes hijo?

— Dime papá, respondió entre sueños.

— Aquí tienes el dinero que me pediste.

— Gracias papá, — susurró el niño mientras metía su manita debajo de la almohada de donde sacó varias monedas —. ¡¡Ya completé!! — gritó jubiloso — "tengo diez euros". Papá, ¿me podrías vender una hora de tu tiempo?

1 comentario:

  1. Buenisimo esta historia esto para quienes somos padres no debemos descuidar la comunicación con nuestros hijos por mas cansados que estemos por el trabajo.

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