3 dic 2013

Se venden cachorros

Un tendero estaba clavando sobre la puerta de su tienda un letrero que decía: "Se venden cachorros". Letreros como ese tiene una atracción especial para los niños pequeños y efectivamente, un niño apareció bajo el letrero del tendero.

- ¿Cuánto cuestan los cachorros?- pregunto.

- Entre 30 y 50 € -respondió el tendero.

El niño metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas.

- Tengo 2.37 € -dijo- ¿puedo verlos, por favor?

El tendero sonrió y silbó, y de la caseta de los perros salió "Dama", que corrió por él pasillo de la tienda seguida de cinco pequeñitas, diminutas bolas de pelo. Un cachorro se estaba demorando considerablemente. El niño inmediatamente distinguió al cachorro rezagado…

- ¿Qué le pasa a ese perrito?- preguntó señalando al último.


El tendero le explicó que el veterinario había examinado al cachorro y había descubierto que le faltaba una cavidad de la cadera y que cojearía por siempre. Estaría cojo toda su vida. El niño se emocionó.

- Ese es el cachorro que quiero comprar - dijo.

- No tienes que comprar ese perrito - le dijo el dueño de la tienda-. Si realmente lo quieres, te lo daré.

El niño se enfadó un poco. Miro al tendero directamente a los ojos, y moviendo el dedo replicó:

- No quiero que me lo regale. Ese perrito vale exactamente tanto como los otros perros y voy a pagar su precio completo. De hecho, ahora mismo voy a dar 2.37 € y luego 50 céntimos al mes hasta terminar de pagarlo.

El tendero replicó:

- Realmente no quieres comprar este perrito. Nunca va a poder correr, brincar ni jugar contigo como los otros cachorritos.

Al oír esto, el niño se agachó y se subió la pierna del pantalón para mostrar una pierna izquierda gravemente torcida, lisiada, sostenida por un gran aparato ortopédico de metal. Miró al tendero y suavemente le respondió.

- Bueno, pues yo tampoco corro muy bien que digamos, y el cachorrito va a necesitar a alguien que lo entienda.
 

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