21 mar 2014

El pajarito de piedra

Hubo una vez un pájaro de piedra.

Era una criatura bella y mágica que vivía a la entrada de un precioso bosque entre dos montañas.

Aunque era tan pesado que se veía obligado a caminar sobre el suelo, el pajarillo disfrutaba de sus árboles día tras día, soñando con poder llegar a volar y saborear aquel tranquilo y bello paisaje desde las alturas.

Pero todo aquello desapareció con el gran incendio.



Los árboles quedaron reducidos a troncos y cenizas y cuantos animales y plantas vivían allí desaparecieron.

El pajarillo de piedra fue el único capaz de resistir el fuego, pero cuando todo hubo acabado y vio aquel desolador paisaje, la pena y la tristeza se adueñaron de su espíritu de tal modo que no pudo dejar de llorar.

Lloró y lloró durante horas y días y con tanto sentimiento, que las lágrimas fueron consumiendo su piedra.

Y todo él desapareció para quedar convertido en un charquito de agua.

Pero con la salida del sol, el agua de aquellas lágrimas se evaporó y subió al cielo, transformando al triste pajarillo de piedra en una pequeña y feliz nubecita capaz de sobrevolar los árboles.

Desde entonces la nube pasea por el cielo disfrutando de todos los bosques de la tierra, y recordando lo que aquel incendio provocó en su querido hogar, acude siempre atenta con su lluvia allá donde algún árbol esté ardiendo.

Hoy nosotros somos esta pajarillo de piedra.

No sobrevolaremos como nubes este maravilloso paraje arrasado por las llamas del fuego, pero con nuestras manos y nuestro actos intentaremos dejarlo mucho mejor que como lo vamos a encontrar.

Para que en un futuro las imágenes y escenas que se vivieron este verano no se vuelvan a repetir.

Y para que todo lo que aprendamos este fin de semana seamos capaces de llevarlo a nuestros pueblos, barrios, ciudades, campos, montañas y los cuidemos como realmente se merece la naturaleza.

Como ella hace con todos nosotros, regalándonos espacios increíbles, imágenes preciosas, olores maravillosos y el aire que nos da la vida…

Y con la impactante lección que hoy en día tanto nos cuesta ver en nuestra sociedad: Nos da todo sin esperar nada a cambio.

Devolvámosle este fin de semana un poco de todo lo que nos regala.


Vía: Scouts MSC 

 

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